El desfiladero de La Hermida es un conjunto de angostas gargantas del macizo de Ándara que confluyen en la principal, formada por el cauce del río Deva,[1][2] que discurre entre grandes paredes casi verticales de roca caliza,[3] algunas de más de 600 metros de altura. Ubicado entre Cantabria y Asturias, sus 22 kilómetros de longitud hacen de este desfiladero el más largo de España.[4] Un área de 6350 hectáreas están catalogadas como zona de especial protección para las aves (ZEPA).[5]...Leer más
El desfiladero de La Hermida es un conjunto de angostas gargantas del macizo de Ándara que confluyen en la principal, formada por el cauce del río Deva,[1][2] que discurre entre grandes paredes casi verticales de roca caliza,[3] algunas de más de 600 metros de altura. Ubicado entre Cantabria y Asturias, sus 22 kilómetros de longitud hacen de este desfiladero el más largo de España.[4] Un área de 6350 hectáreas están catalogadas como zona de especial protección para las aves (ZEPA).[5][6] Durante el siglo XIX el desfiladero fue concurrido por viajeros, exploradores, montañeros, escaladores y cazadores británicos que lo tomaban para llegar a Picos de Europa. Por este motivo el desfiladero aparece descrito e incluso dibujado en grabado en muchos libros de la época, como por ejemplo en Highlands of Cantabria (Ross, M.; y Stonehewer-Cooper, B.; 1885).[7]
Se localiza entre el sector occidental de Cantabria, entre los términos municipales de Lamasón, Cillorigo de Liébana, Peñarrubia y Tresviso, y el municipio asturiano de Peñamellera Baja. Representa el único corredor de entrada desde la costa del Cantábrico a la comarca de Liébana, en Cantabria, al discurrir por él la estrecha carretera N-621. Toma su nombre de La Hermida (Peñarrubia), población cántabra que atraviesa.
El desfiladero comunica naturalmente la ría de Tina Mayor, frontera entre la costa occidental de Cantabria y la oriental de Asturias, con la comarca cántabra de Liébana, en el macizo Occidental de los Picos de Europa. La primera vía transitable adaptada que se creó a través del desfiladero data de 1863.[1]
En los collados que se asoman al desfiladero existen restos de estructuras tumulares megalíticas, en posiciones de atalaya sobre el curso del Deva,[2] así como pinturas prehistóricas de más de 20 000 años de antigüedad.[3] A partir de las descripciones de Pomponio Mela, algunos autores contemporáneos han deducido la existencia en época de los pueblos cántabros de una posible población castreña en él.[4]
La apertura de la ruta de 1863 supuso la comunicación de una región con riquezas mineras (Liébana y el propio desfiladero) con otra industrial. Previamente se habían dado dos pasos que condujeron a esta unión; por un lado el asentamiento en Reocín de la Real Compañía Asturiana de Minas, y por otro la entrada de capital francés y belga ante el interés por los recursos mineros del desfiladero y otras zonas cercanas. El nuevo camino supuso una mejora para el traslado de minerales a través del desfiladero, vía que ya se utilizaba para este fin desde finales del siglo XVIII.[5]
↑ Calcedo Ordóñez, Victoriano (1999). Cambios en los espacios rurales cantábricos tras la integración de España en la UE. Universidad de Cantabria. p. 306. ISBN 8481022306. ↑ Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas megalitismo ↑ Cantabria protegerá una nueva cueva con arte rupestre ↑ Peralta Labrador, Eduardo (2003). Los cántabros antes de Roma. Real Academia de la Historia. p. 121. ISBN 9788489512597. ↑ Sánchez Gómez, Miguel Ángel (1995). Torrelavega. Tres siglos de historia. Torrelavega: Universidad de Cantabria / Ayuntamiento de Torrelavega. pp. 265-266. ISBN 8481021113.
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