El afloramiento geológico de las Ribes Blaves son rocas de falla (harina de falla), de una falla del neógeno, sobre las que se ha desarrollado un pequeño badland por defecto del aplastamiento. Se localiza en un tramo de la carretera B-120 entre Olesa de Montserrat y Viladecavalls. Está ubicado dentro del término municipal de Olesa de Montserrat y es lugar de destino de muchos geólogos por su singularidad. Es un afloramiento pizarroso con una tonalidad turquesa debido a las fuertes presiones y temperaturas que logró durante su formación. Es reconocido a nivel internacional por su excepcionalidad y es uno de los puntos geológicos más importantes de Cataluña, ya que se explica una etapa de la formación del relieve del país. Está catalogado en el inventario de espacios de interés geológico en Cataluña.

Antiguamente fue un vertedero incontrolado, hasta que en los años noventa del siglo XX fue clausurado gracias a una acción conjunta entre el Centro Muntanyenc y de Investigación Olesá y la Universidad de Barcelona. En aquellos años también se construyó una urbanización en las proximidades, que requirió la construcción de una carretera sobre este importante afloramiento. La suma de estos dos hechos supuso un progresivo deterioro del afloramiento. En 2015 un desprendimiento estropeó la carretera, no fue hasta el año 2019 que la Diputación de Barcelona y el ayuntamiento de Olesa de Montserrat terminaron un nuevo trazado alejado del afloramiento y construyeron un aparcamiento y un vial-mirador para peatones.

Un afloramiento del mismo orden lo encontramos en las Rocas Azul de Esparreguera, a orillas de la Colonia Sedó.