Pan de cinta

El pan de cinta es una variedad española de pan rústico, particularmente de la región central de Aragón (el área de Zaragoza y el Bajo Aragón). Es un pan tipo hogaza, su corteza es crujiente, muy tostada y enharinada, y su miga es esponjosa como la de un pan de payés. Se llama así porque, al momento de hornearse, se estira una «cinta» de la masa, sin separarla del resto, y se cruza por encima del pan.[1]​ Incluye: masa madre, harina, agua y sal. Es un pan idóneo para tostar y untar.[2]

Según un documento de 1931 de la Sociedad de Patronos de Zaragoza, «el pan de cinta es el pan prototípico de Aragón».[3]​ En otras zonas, es conocido como pan de Aragón, pues una vez fue el pan con mayor renombre de la región.[4][5]​ A pesar de ser uno de los panes aragoneses más antiguos, está en vías de desaparecer.[2]​ El amasado y la formación de la cinta requieren bastante habilidad. Su complicada elaboración y la mecanización del oficio de panadero ha llevado a esta variedad casi al borde de la extinción.[6]​ En su libro La tradición del pan artesanal en España (1994), José Carlos Capel indica que el «pan de cinta del Bajo Aragón está prácticamente desaparecido».[7]​ Aun así, la tradición panadera en Zaragoza se mantiene pues la OCU la considera una de las ciudades españolas donde mejor pan se come.[8]

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