Tunanmarca es un complejo arqueológico situado en el distrito de Tunanmarca de la provincia de Jauja del departamento de Junín, en la sierra central del Perú, que data de la época prehispánica. Se elevan en la cima de un cerro, abarcando una extensión de 2.280 m de largo y 840 m de ancho. Tiene tres murallas concéntricas que defienden la elevación por todos sus flancos, corredores, plazas, patios, ingentes cantidades de recintos circulares y un sistema de acueductos. Estuvo habitada entre los siglos XIII y XV de la era cristiana. Popularmente se le conoce como la "capital" del "reino huanca", propuesta elaborada por Waldemar Espinoza Soriano que si bien no tiene un asidero etnohistórico-arqueológico sólido, ha calado fuertemente en la identidad moderna de Huancayo.
Tunanmarca, al parecer, recibía también el nombre de Siquillapucara. Cuando el príncipe inca Túpac Yupanqui invadió el valle del Mantaro (o Huancamayo) en plan de conquista hacia 1460, logró concretar la total ocupación del valle. Tunanmarca, así como otros enclaves huancas y xauxas de otrora gran importancia, fueron perdiendo relevancia en beneficio de Hatun Xauxa, capital provincial incaica.
El valle fue reorganizado bajo tres parcialidades distintas siguiendo la tradición geopolítica incaica de los sayas: sectores que generalmente aparecían en dúos como norte y sur (aunque en otros casos, como el huanca, se añadía un sector central y principal). Fueron asignadas familias cusqueñas llamadas mitimaes o mitmas para enseñar las artes, la cultura y la lengua incas.
Actualmente, las ruinas, rodeadas de vegetación, se hallan en un estado de abandono y deterioro.
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